
Pedro, ¿Qué te pasa, tu siempre tan bromista y estás con esa cara de preocupación?
Pedro le contesta:
Es que tengo un dolor de cabeza desde ayer, entonces me fui a la casa y cuando llego a ella me encuentro a mi mujer con otro.
El barbero muy asombrado le pregunta.
¿Con otro hombre?
Y el hombre le responde:
No chico, con otro dolor de cabeza.
El barbero que es muy bromista piensa que le va a decir eso a otro para tomarle el pelo. En ese momento entra un vecino, y el barbero pone cara de preocupación, a lo que el vecino le pregunta.
¿Qué te pasa, si tu eres siempre tan bromista y te veo tan pensativo?
El barbero le contesta:
Es un terrible dolor de cabeza que tengo, fíjate que ayer tuve que cerrar la barbería por ese dolor de cabeza y cuando llego a la casa encuentro a mi mujer con otro.
Entonces, inmediatamente el vecino le contesta:
Caramba por fin te das cuenta, todos los vecinos sabíamos que apenas tu salías, ese hombre se metía a tu casa con tu mujer y salía en la tarde.
Estaban dos locos planeando escaparse del manicomio y uno le dice al otro:
Ve a ver el tamaño de la pared, si es baja la saltamos y si es alta tendremos que buscar otra forma de salir.
Va el loco a ver la pared, vuelve. Y el otro loco le dice:
¿Qué pasó?
No vamos a poder escapar.
¿Por qué?
Porque no hay pared.

Andaban dos compadres pescando, uno de ellos se encuentra una botella flotando, y al destaparla sale un genio.
Por haberme ayudado te concederé un deseo.
¿Ah, sí? ¡Quiero que toda el agua del lago se convierta en cerveza!
Al instante, toda el agua se convierte en cerveza y el compadre le dice:
¡Ahora si que nos jodimos, compadre! ¡Vamos a tener que orinar en el bote!
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